lunes, 3 de octubre de 2016

Crónica de los 10 km de marcha nórdica de Miranda de Ebro

Ya he comentado en alguna ocasión que no terminaba de verme en una competición de marcha nórdica pero está visto que no se puede decir de este agua no beberé y este fin de semana marchábamos toda la familia (Carlos, Vicky, Paula, Gema Paula y este que escribe más nuestro equipo de animadores, Juan, Ari, Celia y Adriana) para Miranda de Ebro a participar en la prueba de marcha nórdica.

Estupendo el fin de semana (para que luego digan que ir con un cuñado es lo peor del mundo). El sábado paseo por Haro, tapeo, buen vino -¿verdad Carlos?- y después de un poco de relax camino a Miranda de Ebro para recoger la bolsa del corredor y luego dar una vuelta por el centro de la ciudad.

Los de Aranjuez antes de la salida
A la mañana siguiente, a la hora convenida, estábamos todos en la línea de salida y tras saludar al bueno de Andrés, organizador de toda la historia,  escuchábamos la charla técnica previa a la salida. Nadie podrá decir que no habló claro porque a la par que didáctico fue cristalino diciendo lo que iba a permitir y lo que no, así que como el que avisa no es traidor..., dijo que los jueces no se iban a cebar con los novatos, pero mi sobrina se llevó tres sanciones, mi cuñado dos, y mi mujer y yo una cada uno, la única que se salvó fue Paula, pero en cualquier caso ya digo que sabíamos a lo que nos ateníamos cuando decidimos apuntarnos y yo al menos acepto la sanción de muy buen grado, porque seguro que era bien merecida. :) Me hubiera gustado acabar impoluto, igual que mi hija Paula, pero esta visto que aún tengo que aprender de ella.

¿Y de la prueba qué decimos?

Con el señor de las tarjetas ;)
Un circuito prácticamente llano, con unas ligerísimas subidas en la zona de llegada a meta por la que había que pasar en dos ocasiones, todo de asfalto, muy bien señalizado tanto en los puntos kilométricos como en las intersecciones por los miembros de la organización a los que también hay que felicitar por su labor. Había un avituallamiento en el kilómetro 6, aunque ciertamente a los marchadores nos ofrecieron agua en otros puntos del circuito. Yo personalmente no necesitaba beber en una prueba relativamente corta pero allí estaban en cualquier caso por si alguien los necesitaba.

En la carrera utilicé mis primeros bastones, los Newfeel del Decathlon y estrené unos nuevos tacos -los Lodosa Nordic Walking- que me regaló Faustino y que me gustaron muchísimo, buen agarre (ni un mísero resbalón ni siquiera en la pintura de los pasos de cebra o donde había agua de los avituallamientos) y un desgaste mínimo tras los 10 km sobre una superficie bastante abrasiva, nada que ver con otro tipo de tacos. Ya adelanto que en breve habrá análisis de tacos en el blog...

En cuanto a la carrera en sí, comentar que salí bastante rápido porque lo cierto es que prácticamente todos los participantes en la prueba andaban muy deprisa (mucho) y era la única manera de intentar, sólo eso, intentar, seguirles y aunque me encontraba bien noté que me molestaban las tibias, algo que me sucede en ocasiones cuando no he calentado lo suficiente y comienzo a ir desde el principio muy rápido, así que buena lección que queda aprendida para la próxima, ya sé que necesito hacer un buen calentamiento o darme un pequeño margen de un par de kilómetros hasta poder ir a tope.

No iba controlando el tiempo pero al pasar la primera vez por línea de meta pude comprobar en el reloj de meta que el ritmo que llevaba era muy bueno (al menos para mí) algo por debajo de los ocho minutos el kilómetro y aunque dudé si lo iba a poder mantener hasta el final, lo cierto es que, como suele ser habitual y ya me pasaba cuando corría, me iba sintiendo mejor con el paso de los kilómetros y pude seguir manteniendo el ritmo mientras iba teniendo cada vez mejores sensaciones.

Me había propuesto el objetivo de bajar de una hora y veinticinco minutos, un tiempo que ciertamente estaba a mi alcance puesto que en agosto venía haciendo una hora veintipocos minutos en esa distancia de forma habitual y además por un terreno de tierra más irregular que el de la carrera, pero tampoco había hecho ninguna prueba seria en el último mes y no sabía cómo iba a responder. Finalmente el tiempo fue de 1 hora 19 minutos y 10 segundos (1h19'27" tiempo oficial), así que francamente contento en ese aspecto. A ese tiempo hay que añadirle la penalización de 1 minuto que me impusieron (ni los que dábamos color al pelotón, como dice Qanzio, nos libramos de ella como decía más arriba). Evidentemente al participar en una competición uno da un poquito más de lo que acostumbra y eso llena de satisfacción.

Respecto a la técnica tengo que decir que seguí la misma que utilizo habitualmente, no cambié un ápice por tratarse de una competición, así que no eché el cuerpo hacia delante más de lo habitual e intenté que los brazos pasaran siempre de la cadera utilizando los bastones de forma efectiva para darme impulso intentando siempre ir compensado en los movimientos. Seguro que se puede hacer mejor, pero también peor, así que salir simplemente con una penalización por parte de los jueces tras los 10 km es muestra de que aunque hay cosas por mejorar parece que estamos en el buen camino. Contento por ello también y otro motivo de satisfacción que sumar al fin de semana. En este tema se me podrá decir que si cambio (mejoro) la técnica podré ir más rápido, lo sé, soy consciente de ello, porque puedo andar más rápido, pero cada vez que lo he intentado he terminado con la sensación de no estar haciendo marcha nórdica, no diré que es un nordic de mierda como acostumbra a decir Qanzio, pero a mí personalmente no me gusta y eso que no me veo, pero me queda esa sensación de no estar haciendo bien las cosas.

Cambiando de tercio, bien la organización en meta con toda la fruta, bebida, galletas... que quisiéramos para los participantes, cosa que se agradece y mucho después del esfuerzo.

Un  placer saludar y charlar con Pablo Ariza, ganador de la prueba, con Faustino, con Jesús, con la pequeña Celia y por supuesto con Andrés (Qanzio)..., como suele ser habitual lo mejor viene después, en el tercer tiempo como se suele decir. Muy agradable también que vengan a preguntarle a uno si va a haber prueba de marcha nórdica este año en Aranjuez, eso demuestra que gustó y que hay gente dispuesta a repetir.

Antes de terminar vaya desde aquí mi felicitación a Pablo Ariza y Arantxa Pinedo, ganadores de la prueba, pero también al resto de participantes, mi agradecimiento a los jueces, porque el que ha hecho alguna vez esa labor, aunque sea de aquella manera, sabe y conoce lo complicado que es, y es que además ya se sabe que con el árbitro nunca va nadie.

...Y después de la carrera llega la hora de las reflexiones, cada vez tengo más claro que la marcha nórdica competitiva no tiene que ver con la marcha nórdica que se hace simplemente por ocio, pero sin embargo creo que se complementan y se necesitan, la una a la otra, y la otra a la una. Estoy convencido de que una termina llevando a la otra, pero creo que si nos centramos únicamente en la competición podemos dejar de disfrutar de este deporte, y yo al menos no estoy dispuesto a hacerlo. Pero esto dará para otro artículo, ahora me queda animar a Paula y Victoria, dos campeonas de sólo 12 años que fueron capaces de hacer el recorrido completo, a que se animen a publicar su visión de la prueba porque a lo mejor hay detalles que los que ya peinamos canas nos pasan desapercibidos mientras que para ellas tienen su importancia y sería bueno ver qué opinan desde un punto de vista que a día de hoy no me parece que se fomente demasiado, el de la cantera y los nuevos valores de este deporte.

No hay comentarios: