domingo, 28 de agosto de 2016

Reflexiones sobre la marcha nórdica competitiva (... continuación)

Fotografía: Krzysztof Czlapski (Endomondo)
En el mes de mayo publicaba un artículo en el blog sobre la marcha nórdica a nivel competitivo y lo titulaba con un "continuará...". Tres meses después llega la continuación pero antes de nada quiero reafirmarme en lo que escribía entonces porque creo que sigue estando perfectamente vigente.

En estos tres meses ha dado tiempo a que se produzcan algunos cambios importantes, ahora ya la marcha nórdica sí es un deporte reconocido por el Consejo Superior de Deportes y englobado en la, polémica para algunos (véanse los comentarios) FEDME, Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada. En este tiempo también se han producido reuniones para ir dando forma a un reglamento para las pruebas que se organicen desde la FEDME y ha empezado a haber pruebas con árbitros y sanciones aunque ha seguido habiéndolas con los mismos árbitros pero sin las sanciones, con lo que el ambiente sigue igual de enrarecido, por no decir más, que en aquel entonces.

En estos tiempos en que las redes sociales casi nos alienan completamente éstas se utilizan también como canal privilegiado para lanzarse dardos envenenados de unos lados a otros, no negaré que en algunos casos con cierto gracejo e incluso sirviendo de divertimento para los que lo vemos desde fuera. Si lo que está detrás de todo ello es el interés económico de algunos (que seguro que sí), el ego de otros (que no lo sé) o simplemente unos malos entendidos que se produjeron en su momento (que también puede ser) y que se podrían arreglar con unas cervezas alrededor de una mesa son temas que se me escapan y que además no terminan de interesarme en demasía.

¿Y a que viene esto que ya sabíamos todos o casi todos los que por aquí nos pasamos? se preguntarán ustedes...

Creo que es flaco el favor que se hace a la marcha nórdica competitiva con estas actitudes, y no, no se trata de señalar culpables. La FEDME debería velar y ponerse a trabajar para evitar que la marcha nórdica competitiva se le escape de las manos, la otra marcha nórdica, la que practican o practicamos la mayoría de nordimarchadores creo que goza de mucha mejor salud, o si no, al menos, en ella el ambiente es más sano. Se llevará la mano más atrás o menos, se correrá, se trotará o se andará, se clavará mejor o peor, se moverá el cuerpo como si de un marchador atlético se tratara o se caminará con mucha más naturalidad pero al fin y a la postre se disfruta y no encabrona tanto como la otra, ¿o no?

Ando pensando en participar, nunca lo he hecho hasta ahora, en dos pruebas de marcha nórdica en el próximo mes de octubre, la de Miranda de Ebro del día 2 y la de Cartagena el día 9, no sé si al final participaré en las dos, en una o en ninguna. Cuando uno corre (hace running, como se dice ahora) en muchas ocasiones se apunta a alguna competición porque es una manera de obligarse a seguir entrenando, a mí mismo me ha sucedido en alguna ocasión, pero no es este mi caso con la marcha nórdica. No necesito tener una competición a la vuelta de la esquina para seguir saliendo cada mañana o cada noche con los bastones, no salgo a hacer marcha nórdica para preparar ninguna prueba, a lo largo de este mes de agosto habré hecho unos doscientos kilómetros aproximadamente con unas salidas medias de unos 8 o 10 kilómetros y supongo que a lo largo de septiembre mantendré más o menos el ritmo independientemente de que al final me apunte o me deje de apuntar a estas pruebas. Otra de las ventajas es que no aspiro a ganar ningún premio, ninguna carrera y menos aún una copa :), poco a poco he ido mejorando mis tiempos pero están muy, muy lejos de los que de verdad compiten, así que el interés en ese aspecto queda en último plano.
Posiblemente el mayor aliciente está en el convencimiento de que a mi hija y también a una sobrina, 12 y 11 años respectivamente, esto de la competición es lo que más les puede atraer ahora mismo de la marcha nórdica. Me gustaría que en el futuro siguieran practicándolo pero en estas edades muchas veces la motivación hay que buscarla en la competitividad, en el hecho de competir contra otros y contra uno mismo, el convertirse por un momento en centro de atención en una prueba en la que prácticamente sólo hay adultos (y en algunos casos bastante viejunos)...

En fin, seguiremos deshojando la margarita y al final es posible que nos veamos en Miranda de Ebro, en Cartagena... o en ningún sitio.

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