Esta mañana he salido con Gema a caminar un rato con los bastones. Al final han sido 13,5 kilómetros los que hemos hecho en algo menos de dos horas. Un bonito paseo por los alrededores de Aranjuez en una mañana primaveral en la que el tiempo acompañaba y es que además no es nada difícil buscar rutas tranquilas por caminos o senderos tomando cualquier dirección desde Aranjuez.
Por lo que me van diciendo amigos y conocidos cada vez es más frecuente ver gente marchando con los bastones por Aranjuez por cualquiera de los caminos de la zona. Y aunque supongo que la primera vez que se ve a alguien marchando con los bastones puede sorprender un poco, la gente parece que se va acostumbrando :) Aún así ya nos han sucedido algunas anécdotas, desde aquellos que hablan de que menudos chulos por ir andando con bastones cuando podíamos ir andando sin ellos :P, hasta los que se hacen los entendidos y dicen que es un nuevo deporte olímpico, o aquel que dice que hay dejar a las damas ir delante.
El otro día una señora le paró a Paula para preguntarle por la marcha nórdica, pero según Paula esta señora era, al menos en lo referido a conocimientos teóricos, una auténtica experta, y así le habló de las dragoneras, de los bastones, etc. Esta misma mañana cuando ya entrábamos en Aranjuez nos hemos ido encontrando a muchos conocidos. Nano e Isabel que iban corriendo con su perro, Jesús que venía corriendo en sentido contrario al nuestro, luego Juan y +Mercedes que también salían con sus bastones por la Calle de la Reina en dirección a la Pavera, después a Pedro, un caminante habitual con el que nos cruzábamos cuando salíamos a correr y con el que también hemos coincidido también algún día que salíamos con los bastones y que nos ha contado que el ya se había dado su paseo matutino, María que nos ha dicho que ya por fin ha visto en vivo y en directo en qué consistía esto de la marcha nórdica, Susana que nos vio el día de la carrera y quizás por eso no se ha sorprendido demasiado, Santi que creo que también sabía de mi afición por este deporte...
Supongo, y espero, que poco a poco los nordimarchadores nos iremos convirtiendo en algo habitual dentro del paisaje ribereño y que cada vez sean más los amigos que se unan a nosotros en esta especialidad.
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