El pasado viernes
teníamos salida nocturna. Habíamos quedado a eso de las nueve de la noche y media hora antes descargaba con fuerza una tormenta que hacía plantearnos si suspender o no la salida...
Las dudas con el tiempo no invitaban en demasía a sacar los bastones del paragüero, pero aún así nos juntábamos 18 amigos para realizar un recorrido de aproximadamente 16 kilómetros... si el tiempo no lo impedía.
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Ruta del pasado viernes noche |
La ruta prevista iba por caminos de tierra en los que encontramos algún charco pero sin demasiado barro. Y cuando llevábamos aproximadamente 4 kilómetros y poco más de media hora de paseo, empiezan los rayos, y comienza de nuevo a jarrear con fuerza. Afortunadamente había lugar donde refugiarse y unos bajo la cubierta de una vaquería cercana y otros en un cobertizo esperamos que pasaran los diez o quince minutos de chaparrón que nos hicieron volver a plantearnos si era mejor darse la vuelta y secarnos en casa o volver a coger los bastones y continuar el camino. La gran mayoría optó por volver a casa, el paseo era apetecible pero no sería extraño que volviera a caer otro buen chaparrón, y otros cuatro -creo que no me equivoco si echo todas las culpas a Rocío- decidimos que, ya puestos, si llovía no nos íbamos a mojar más de lo que estábamos y podíamos continuar el camino.
Así pues seguíamos con la ruta prevista que nos iba a llevar por detrás del barrio de la montaña hasta el Puente Largo que cruza el Jarama y separa las provincias de Madrid y Toledo. Poco a poco se fueron abriendo claros en el cielo, iban apareciendo las estrellas y hasta la luna nos comenzó a iluminar el camino.
Paseo muy agradable, en buena compañía, y con una temperatura magnífica tras la tormenta... Supongo que en breve volveremos a repetir la experiencia para todos aquellos que en esta ocasión no pudieron sumarse a nosotros.
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